¿Me podéis hacer un favor?
Moved los dedos de vuestras manos.
Cualquier superficie es susceptible de ser tocada, sentida...infinidad de información con sólo un simple gesto que nos lleva menos de un segundo realizarlo.
¿Me hacéis otro favor?
Quiero que vayáis y sintáis el agua, me da igual de dónde, de un grifo, charco, lago, río, lluvia...saca tu brazo por la ventana si es así, verás que sensación. Después, busca cualquier tipo de tela, terciopelo por ejemplo. Pasa la sensible yema de tus dedos sobre el material, una y otra vez. Siéntelo. ¿Qué te inspira? Prueba ahora a coger cualquier alimento (¿qué tal algo dulce?) y llévatelo a la boca.
Me encantaría que también hicieses algo más.
Ponte delante de tu pareja o amigo/a...en definitiva, cualquier persona con la que tengas confianza. Ambiente tranquilo, sin molestias, sin ruidos. Acércate a esa persona, hasta tal punto que sientas su calor, su olor corporal, oyendo sus inhalaciones y espiraciones. Muy cerca, pero sin llegar a tocaros. Cerrad los ojos, ambos, que se apague la luz y que en este momento sólo vuestro oído y tacto sean quienes manden. Empezad a tocaros, con un orden.
El pelo por ejemplo, escudriñar cualquier mechón, seguid con los dedos cualquier pelo...que vuestra imaginación premie. Las orejas, dibujad su forma, acariciarlas suavemente, sentid lo duro y blando de ellas. La nariz, el mentón, pómulos, la frente, los ojos, labios, cuello, hombros, brazo, antebrazo...
Cogeos de la mano y analizarlas, con movimiento, sin él, pero recuerda, siempre con los ojos cerrados.
Si es tu pareja la que está delante, hazle el amor, siente a esa persona, disfruta de su hermosura, de sus curvas, de su sexo, de su tacto, de sus movimientos...todo.
¿Os habéis sentido? ¿Ha sido difícil?
Empleamos demasiado tiempo con la vista ¿Verdad?.
Bien, ahora quiero que salgas a la calle, ve a cualquier sitio, a tu sitio. Anda, anda más deprisa, corre, salta, elévate todo lo que puedas...y luego túmbate, ¿qué tal sobre césped? Toca el verde e incluso mánchate las manos.
Y ahora, si me permitís, os voy a implorar el último favor.
Contestadme a algo, ¿Os ha costado algún esfuerzo algo de lo que os haya pedido?
Lamentablemente, nos damos cuenta de los mínimos detalles demasiado tarde, nos queremos poco y deberíamos querernos mucho más pues no somos conscientes de la aparentemente banal pero rica información que nos rodea y que sentimos cada segundo, minuto, hora o día.
Fdo.: Alguien en silla de ruedas que no puede sentir o hacer todo ello.
1 comentarios:
Definitivamente el despertar y poder llegar a casa sano y salvo ya es un milagro como el milagro mismo de vivir.
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