Y ahí te encuentras tú, envuelto por el aire negro de la noche, miras al techo, actúan tus pensamientos, después tus inquietudes cerrando el cartel tus planes. Es como una película, van pasando escenas, sin pause, sólo "play", retroceso y avance, tú las compones. Maldito inconsciente. En estos momentos es cuando quizás te sorprendes de lo rápido que eres para pensar determinadas cosas y lo lento para entender otras, en fin, cosas de genes.
Pese a todo, ahí estás siendo tú, piénsalo.
Soy ese que aprueba pero se suspende así mismo, el que cuando llueve, sale a comprobar que las gotas continúan en pendiente, aquel que lee, relee, pero no te lee, ese otro que echa de menos pero quiere estar sólo, soy el que da, pero también en algún momento espera recibir, el que en una intersección siempre se desvía por el camino difícil, lo fácil aburre, soy frío pero también mucho calor, te "unfollow" en mi pico máximo pero te sigo al fin del mundo , capaz de darte las llaves pero trucar la cerradura, el que empuña su pluma a horas inexistentes, soy preciso al escribirte pero no al hablarte, espero un "escribiendo" cuando para ti estoy fuera de cobertura, el que cree que la mirada pasó a un segundo plano, la conversación está en coma y la seducción yace difunta en teclas, siglo XXI dicen.
¿Y tú? ¿Cómo eres?
El romanticismo ha muerto.
Y ahora si me disculpan, tengo que seguir con la funcion.
1 comentarios:
Hay dejar a un lado tanto Whatsapp y mirarse a los ojos, coñe!!!
Así de claro!
Nat.
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