
Cuántas noches pensando, imaginando, creando...en definitiva pidiendo. Y por pedir, que no quede ¿Verdad?
A veces, pedimos y pedimos grandes cosas, pero no nos paramos a pensar, mejor dicho, a valorar los mínimos detalles que ya tenemos y que "tapan" nuestros grandes huequecillos de felicidad. Estos años atrás he aprendido a valorar (si cabe aún más) esos pequeños gestos gratuitos,...