
La verdad es que no quiero que me quieras. Ni que te enamores. Me aterran las ganas de un "te quiero" o de un "yo también". Que destruyas mis antes de dormir o que te cueles en lo primero del día. Dedicarte mi puta tarifa de datos, con esa puta aplicación, o de gastarme la vista viendo tu "última conexión hace"...hace que empiece a temblar de miedo. No quiero.
Es la típica y tópica historia...