
Os cuento una de mis últimas hazañas, voy a intentar sacaros unas risas, ¿Comenzamos?
Todo comenzó una noche, la famosa noche, esa en la que después de pegarte una cena de aúpa te empieza un cosquilleo de potros salvajes, que no de hormigas, en la parte final izquierda de tu tenebrosa boca. Bah! Será la típica inflamación post-ingesta compulsiva, un ibuprofeno alias polvo mágico y pa' lante...