
Siempre he pensado que la filosofía y la medicina, en muchos casos, van de la mano. ¿Por qué? Me vienen a la cabeza los casos de aquel hombre que salió de su casa a las tres de la tarde clamando a los cuatro vientos buscando a Dios o aquel otro que se empeñaba en disociar el ser en un ente superior, el alma, de otro vestigio que le acompañaba, el cuerpo.
Heautoscopia verdadera
Si, ayer en...